lozen

la guerrera apache sobre la que Disney nunca hizo una película
Su historia es mucho más heroica que las ficciones de Pocahontas y Mulán juntas, pero a esta increíble mujer ni Disney ni nadie le dedicó una película. Ella es Lozen, una guerrera apache que vivió en la segunda mitad del siglo XIX en la región de Chiricahuas, al suroeste de los Estados Unidos. Demostró tener la misma o incluso más fortaleza, inteligencia, audacia y capacidad que cualquier hombre. Hoy, debería ser toda una leyenda pero ni tan siquiera es recordada.
Aunque en todas las historias de indios y vaqueros que hemos visto o escuchado, la fuerza y la valentía son generalmente propiedad exclusiva de los hombres, hay una mujer entre los indios apaches de la que se decía que era «fuerte como un hombre y más valiente que la mayoría de ellos». Su nombre es Lozen y probablemente nunca te han hablado de ella, por eso hoy te traemos su historia. En este vídeo se hace un excelente y rápido repaso a la figura de Lozen:
Lozen nació en 1840 en Chiricahuas, una comunidad Apache en el suroeste de los Estados Unidos. Era hermana de Victorio, un prominente jefe apache y aliado del famoso líder tribal, Gerónimo. A finales del siglo XIX solo había una cosa más peligrosa que ser un indio en la región entre México y Estados Unidos: ser una india. Al hecho de que en aquella época la comunidad apache fue brutalmente perseguida, tanto por los mexicanos como por los estadounidenses, se sumaba que, siendo mujer, la exposición al peligro era doblemente mayor.
Lozen decidió que ella también sería guerrera
Por un lado, por los blancos. Las tropas mexicanas y estadounidenses asesinaban a todo lo que encontraban a su paso cuando invadían poblados apaches, con especial fijación en las mujeres, a las que también solían violar. Por otro lado, la sociedad apache no era una excepción y las mujeres tenían los mismos problemas que tienen todas las mujeres en las sociedades violentas.
Fuerte como un hombre y más valiente que la mayoría de ellos
Lozen se negó a aprender únicamente los deberes que se les asignaban a las mujeres, como la crianza de los hijos y la recolección de comida. Desde muy pequeña, demostróhabilidades prolíficasmás allá de sus años. Tenía una gran fuerza y valentía y, aunque lo que se esperaba de ella como mujer era que permaneciese a cargo del hogar y la comunidad, Lozen sin duda mostró mucho más interés en elarte de la guerra. En su ceremonia de paso a la edad adulta hizo un anuncio del que estaba muy segura, pero para el que no todos en su comunidad estaban preparados:“No me casaré nunca. Quiero dedicar mi vida a mi pueblo”.
Ella se rebeló contra la vida que le correspondía y decidió que ella también sería guerrera. No debió resultar una opción fácil y no sabemos cómo lo logró. Pero lo que sí sabemos es que después de toda una vida enfrentando el orden patriarcal del momento y luchando con valentía por un lugar en su tribu, la historia ha vuelto a hacerla víctima del machismo, condenando su figura al olvido por el mero hecho de ser mujer. Su vida nunca ha despertado entre los historiadores el interés que sí han tenido otros indios, como por ejemplo Gerónimo, el más biografiado de todos.
Lozen combatió codo con codo, tanto con Victorio como con Gerónimo, era prácticamente su mano derecha. Pues bien, solo como muestra del nulo reconocimiento que se le otorga en la actualidad, la entrada de Wikipedia para Lozen menciona a Gerónimo tres veces, mientras que la del jefe apache menciona a su aliada en la friolera de CERO ocasiones. Gracias, patriarcado.
Lozen: casi una divinidad
Los indios no entendían de fronteras y no comprendían que el norte y el sur del río Bravo o del río Grande fueran países distintos. Para ellos aquellas tierras no eran ni de Estados Unidos ni de México, sino de la Apachería. Lozen luchó como uno más para proteger el territorio apache de sus enemigos invasores. Sabía montar, disparar y tenía un don para la estrategia de los combates. Además, sus aptitudes para atrapar caballos con un simple lazo y su capacidad para curar heridas la convirtieron en una pieza fundamental de la lucha que mantuvieron en contra de los colonizadores españoles, estadounidenses y mexicanos. Durante las huidas, Lozen se encargaba de cubrir las espaldas de sus compañeros porque su precisión con las balas era impresionante. Sus talentos pronto se convirtieron en leyenda.
Pero, por encima de todo hubo una habilidad que hizo de Lozen casi una divinidad. Siempre que el apache necesitaba saber cómo planear un ataque, aparentemente tenía una habilidad sobrenatural para predecir dónde iba a estar el enemigo. Digamos que tenía poderosos poderes chamánicos, muy efectivos en el campo de batalla.
Según los distintos relatos, Lozen adquirió esta habilidad en su ceremonia de paso a la edad adulta, rito que le concedía a cada persona un poder. Cuando se acercó a orar a las montañas sagradas del suroeste de Nuevo México, se le otorgó la cualidad de conocer la ubicación exacta de sus enemigos.
Bastaba con que extendiera sus brazos hacia el cielo y caminara formando una especie de círculo mientras oraba a Ussen –dios creador de la vida en la mitología apache- para que sus venas se tiñeran de color azul y una sensación en sus brazos le indicara la ubicación exacta de sus contrincantes, además de saber exactamente cuántos eran.
Lozen tenía una habilidad sobrenatural para predecir dónde iba a estar el enemigo.
Mucho más que una mujer guerrera
Más que una mujer guerrera, Lozen se posicionó como laprotectora de la tribu, guiando a las mujeres y los niños por los peligrosos caminos de la huida. Participó en casi todos los combates que lideró su hermano Victorio, menos en el último, el 15 de octubre de 1880.
Ese día, un grupo de combatientes apaches sacó a parte de su población de la reserva de San Carlos, en la actual Arizona, en la que vivían en condiciones infrahumanas. Lozen, que estaba entre los guerreros, tuvo que dar media vuelta para atender a una de las mujeres, que estaba a punto de dar a luz. La huida de la reserva había movilizado amiles de soldadosde los ejércitos de Estados Unidos y México, que los estaban rodeando, pero Lozen logró sortear a todos ellos.
No solo eso, Lozen consiguió también atender el parto en unas condiciones tremendamente complicadas -detrás de unos matorrales-. No contenta con ello, después de haberlo logrado robó unos caballos a unos militares mexicanos que se encontraban por la zona y consiguió volver a burlar el el enorme dispositivo de búsqueda para traer de regreso a la mujer y su bebé.

Lozen luchó hasta el final al lado del jefe apache Gerónimo.
El principio del fin
Sin embargo, al llegar a Nuevo México, Lozen se enteró de queVictorio había muertotras defender a su tribu y casi todos los guerreros habían sido asesinados en Chihuahua. La banda, muy diezmada y con mujeres y niños a su cargo, parecía condenada. Y lo hubiera estado, de no ser porLozen, que consiguió llevarlos a todos de vuelta a la reserva.
Tras la desesperación por la muerte de su hermano, Lozen se unió en armas con el jefe Gerónimo en 1885. Entre ambos planearonlevantarse en contra del Gobierno estadounidense, pero el enemigo era demasiado poderoso y fueron rápidamente derrotados.Lozen fue enviada a la prisión de Monut Vermon, ubicada en Alabama. Las malas condiciones en las que permaneció provocaron que contrajera una fuerte tuberculosis ymuriera a los 50 años.
A pesar de haber sido tremendamente importante para la historia de los Estados Unidos, su figura jamás aparecerá en los libros de texto al lado de la de George Washington, Abraham Lincoln o Cristóbal Colón. Tampoco nadie hará una películas sobre la impresionante historia de esta combatiente apache. Recordar a Lozen no solo es rendirle homenaje, es también devolverle ellugar que se mereceen la historia de la humanidad.
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